La artista y diseñadora rusa, Maria Osminina es la responsable del diseño del interior minimalista de “Beige”, un apartamento ubicado en un edificio histórico de principios de siglo XX de San Petersburgo proyectado por el arquitecto Mulkhanov.
El reto al que ha tenido que hacer frente Maria Osminina en esta vivienda ha sido el de preservar el patrimonio arquitectónico y enfatizar las singularidades con soluciones arquitectónicas contemporáneas.
La diseñadora trata de encontrar la esencia de esta casa para poder volver a darle vida, por ello no intenta ocultar las irregularidades y el paso del tiempo del espacio, sino que lo combina armoniosamente con soluciones arquitectónicas modernas, ángulos rectos y líneas perfectas.
Para ampliar las estancias de la vivienda y preservar intactos los techos y las molduras originales, Osminina ha ideado una creativa solución creando unos cubos blancos que permiten preservar la ornamentación original de los techos y dotar de mayor espacio a las estancias. Las nuevas geometrías minimalistas añadidas al espacio crean un contraste muy interesante frente las molduras de estuco y las puertas históricas.
Siguiendo con el concepto de combinar el diseño contemporáneo con una arquitectura histórica, los muebles con líneas rectas y aires minimalistas visten la vivienda. Todas las decisiones arquitectónicas y de diseño en el proyecto “Beige” se vuelven una y trabajan reforzándose mutuamente, creando una sensación de armonía y originalidad en el espacio.
En cuanto a la paleta cromática y de materiales, unas paredes blancas y techos donde se ha descubierto y mentido el viejo estuco debajo de la una capa de pintura vieja, contrastan con un pavimento de madera en espiga, creando una ambiente cálido y pintoresco.
La luz natural que baña la estancia ayuda a crear una atmósfera serena y sensación de espacio continuo, dotando de valor a la arquitectura original.
Proyecto: Maria Osminina
Cliente: Privado
Ubicación: San Petersburgo (Rusia)