El estudio Linearchitects ha diseñado un pequeño apartamento residencial en Moldavia, que contiene todo lo esencial para dos personas, sin renunciar a ninguna comodidad.
El apartamento, de 82 metros cuadrados, se divide en un dormitorio y un área común, unidas por un pasillo que recorre la vivienda. En el área común, el gran sofá modular Neowall de Piero Lissolini es el gran protagonista del espacio abierto, brindando la posibilidad de relajarse frente al televisor o mientras lees, y disfrutar del paisaje a través de los grandes ventanales.
En la cocina abierta, las sillas Polo Grace rodean una enorme mesa de madera acabada en gris oscuro.
Para el área de descanso, no faltan sofisticación y atención al detalle: la cama Rod, evolución del sofá homónimo, es un modelo con una línea decisiva y elegante, una invitación a la tranquilidad, centrada en detalles como los botones colocados. en el centro del reposacabezas.
Un punto clave en este proyecto es el monocromo, los interiores se caracterizan por un matiz único, el gris oscuro, capaz de dar un ambiente sobrio y tranquilo, que refleja el alma de los propietarios, ordenada y esencial.
La única nota de color sutil en el proyecto, lo pone la mecedora Flow 2017 de Shibuleru, en cuero.
Proyecto: Linearchitects
Cliente: Privado
Ubicación: Moldavia
Fotografía: Oleg Bazhura